viernes, 22 de octubre de 2010

BUSCANDO UN ANTÍDOTO

Erase una vez un príncipe llamado César y una princesa llamada Perla.
César era alto y fuerte. Perla era guapa, mediana y un poco presumida.
Un día Perla se puso enferma. Fueron al médico y les dijo: ¡Perla está muy enferma! ¡Está enfermedad no se sabe si tiene cura! El único que lo sabe es el curandero que vive en La Isla de los Caimanes.
César se fue al barco y puso rumbo hacia la isla. Cuando llegó vio que había muchos caimanes hambrientos. Entonces, César empuñó su espada y comenzó a buscar al curandero. Durante su búsqueda despachó muchos caimanes hasta que lo encontró.
Habló con él y le preguntó si había cura para la enfermedad de Perla. Le dijo que si, y también le preguntó dónde podía encontrar el antídoto para aquella enfermedad.
El curandero le dijo que el antídoto se encontraba en La Isla del Dragón.
Aquella criatura medía cinco metros de altura y ocho metros de largo. Echaba fuego por la boca ¡¡¡ Era una auténtica bestia!!!
César cogió el barco y se dirigió a la isla. Encontró el antídoto debajo de un árbol y por mala suerte se topó con el dragón.
Sacó su espada de su vaina y mató al dragón clavándole la espada en el corazón.
Corriendo se fue al castillo donde vivía el príncipe con la princesa. Le dio el antídoto a Perla para curarla. Permaneció a su lado durante dos días enteros hasta que se recuperó.
Y… Colorín colorado este cuento de aventuras se ha acabado.

José y Juanma.

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