lunes, 26 de abril de 2010

EL CAMELLO DE 5 JOROBAS

Era se una vez un niño llamado Alberto, tenía cinco años y mañana iba a cumplir seis, sus padres iban a regalarle un camello por su cumpleaños. Alberto estaba muy ilusionado tanto que hasta gritó de alegría. Cuando llegó el día sus padres le regalaron un camello. El pequeño se dio cuenta de que el camello era muy raro porque teíia cinco jorobas, sus padres se dieron cuenta de que Alberto estaba muy raro, llamó al camello, “el camello de cinco jorobas”.
Preguntó a su madre: Mama ¿Por que este camello tiene cinco jorobas?-Dijo Alberto
-¡Aaaaah! dijo la madre, llamó al padre que era el que lo había comprado y le dijo ¿Por que has comprado este camello con cinco jorobas?-dijo la madre.
-No se, el vendedor me dijo que como era muy grande que me lo traía a casa y a mi no se me ocurrió mirarlo porque como soy alérgico a la tierra de allí pues no fui.
-¡¡Pues nos han timado!!- dijeron los tres ala vez.
- Mamá vamos nosotros dos a reclamarlo. -Dijo Alberto
- Vale.-Dijo la madre
Así que cogieron el coche y fueron allí. Cuando llegaron dijo la madre.
-¡Oiga señor usted me ha vendido un camello con cinco jorobas. Por favor cambieme el camello por uno de dos jorobas!. -dijo la madre.
- Señora ¿tiene el ticket?. -dijo el vendedor.
- Lo siento lo tiré ayer a la basura-dijo la madre
- Pues entonces lo siento, sin el ticket no puedes devolver el camello y cambiarlo por otro.
- Ah si, pues le denunciaré,
- ¡Señora, se ha vuelto loca!, no puede denunciarme.
Alberto le dijo a su madre que se fueran a casa, que se conformaría con el camello de cinco jorobas.
Entonces cuando volvieron el camello empezó a volar, Alberto y su madre se quedaron patidifusos, Alberto le pregunto a su madre si esto era un sueño. La madre tampoco se lo creía, entonces ocurrió algo mucho mas raro el camello empezó a escupir fuego.
- ¡Guau! -dijo la madre- ¡guau! Me acaba de quemar las malas hierbas,
¡ya no tengo que quitarlas!, con el trabajo que me cuesta.
Alberto dijo-Mamá ya no hace falta que cambiemos el camello prefiero este porque es mágico.
Llamó al camello Garnet y gritó ¡Garnet ven!, y el camello le hizo caso y fue corriendo hacia él.
Alberto le dijo -¿Puedes pasearme volando a la ciudad?-
El camello le contesto con una voz grave- ¡vale!.
Alberto se quedó pasmado, por que el camello habló. Alberto le pregunto:
¿como hablas? Eres un camello.
El camello empezó a desaparecer.- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Garneeeet!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Alberto se agarró a Garnet con todas sus fuerzas, de repente aparecieron en otra dimensión. Garnet le explicó que él había salido de esa dimensión, entonces apareció un hombre que era un poco feo, decía que el era el dueño de Garnet y que se llamaba Blaqui y dijo:
-Te lo di porque como soy mágico supe que tus padres te querían regalar un camello. Espero que te haya gustado.
Además sabe hacer un montón de cosas, no se si has visto algo de lo que sabe hablar.-dijo el dueño.
Mmm pues ahora que lo dices ha echo muchas cosas raras por ejemplo:
-Ha echado fuego por la boca y nos ha ayudado a quitar las malas hierbas, voló, habló y ya no hizo nada más.-Dijo Alberto.
-Pues todavía no lo conoces bien porque que yo sepa puede hacer: Le encanta jugar a los videojuegos, así que si no tienes hermano o alguien con quien juegue contigo puedes jugar con el camello.
¡Que bien!-Respondió Alberto, tengo la Wii.
-Bueno, también come bichos que se coman las hierbas o algo que no le guste a tu madre. Y puede hacer más cosas.
-Y una pregunta ¿Por que hemos venido a esta dimensión?-Dijo Alberto.
-Buena pregunta, pues era para que te explicara todo eso, de que no te equivocabas, que era mágico y las cosas que puede hacer y por otra parte que el quería estar un poquito con sus amigos que todavía no tienen dueño, tu si quieres como le gusta mucho jugar al futbolín tu puedes jugar con ellos.
- ¡ohh! Que bien, voy a ver que están haciendo-Dijo Alberto.
- Era inmenso y tardó dos minutos en encontrarlo
- ¿A que no sabes lo que estaban haciendo? Estaban jugando al baloncesto, el juego preferido de Garnet.
Ya eran las 7:30 cuando iba a jugar así que decidió quedarse solo una hora, las 8:30 para poder comer temprano que al día siguiente Alberto tenía colegio.
Cuando Alberto miró el reloj vio que se retrasaba dos minutos porque ya eran las 8:32, así que se fue corriendo con Garnet.
Al día siguiente Alberto cuando iba a ir al colegio, se puso la mochila en la espalda y Garnet como lo vio le dijo con su voz grave que si le llevaba volando para allá y Alberto encantado le dijo que si. Al momento ya estuvo en el colegio y al final Alberto y Garnet fueron como hermanos y vivieron felices pero no comieron perdices porque a Garnet no le gustaba.

FIN
Escrito por Nacho Serrano Ron y Pablo Daza García de 4º